En 1535 al fundarse la Ciudad de los Reyes, hoy Lima. el Marqués Pizarro otorgó a Aliaga un solar principal "en la calle que va de la plaza al río", frente a la casa de la Gobernación, actual calle de Palacio, en el que se levantó su morada. Este solar consérvase aún en el dominio de los descendientes directos de Aliaga y es un caso singular no sólo del Perú sino de América entera.
El Conquistador contribuyó a la edificación de la Iglesia Santo Domingo de Lima. Adquirió y dotó un acapilla importante al lado de la Epístola del Altar Mayor, para que sirviera de enterramiento a sus sucesores, según se desprende de la escritura respectiva celebrada en 5 de agosto de 1545 con la comunidad Dominica. Esta capilla fue puesta bajo la advocación de la Concepción, luego bajo el patrocinio de San Jerónimo y es hoy conocida por la capilla de Santa Rosa de Lima, pues, por expresa licencia de los actuales Aliaga, en ella veneran los restos de esa gran Santa Peruana.
El Conquistador contribuyó a la edificación de la Iglesia Santo Domingo de Lima. Adquirió y dotó un acapilla importante al lado de la Epístola del Altar Mayor, para que sirviera de enterramiento a sus sucesores, según se desprende de la escritura respectiva celebrada en 5 de agosto de 1545 con la comunidad Dominica. Esta capilla fue puesta bajo la advocación de la Concepción, luego bajo el patrocinio de San Jerónimo y es hoy conocida por la capilla de Santa Rosa de Lima, pues, por expresa licencia de los actuales Aliaga, en ella veneran los restos de esa gran Santa Peruana.
La Capilla de San Jerónimo estuvo alhajada con magníficos lienzos, entre ellos uno original del pincel de Juan de Juanes que representaba a San Jerónimo en oración en el desierto, teniendo al conquistador Aliaga a sus pies. Este cuadro integró la colección Ortiz de Cevallos en 1900, en cuyo catálogo se aprecia como el más importante de esa pinacoteca y fuñe vendido posteriormente en el extranjero. Copia de él se conserva en el templo de Santo Domingo de Lima y está colgado en la pared superior de la puerta que comunica la iglesia con el convento.
En la misma Iglesia se conserva aún una placa de plata con inscripciones epigráficas indicativas del dominio y asientos de honor reservados para la descendencia del Conquistador Aliaga. La placa se encuentra debajo del púlpito.
La espada del Conquistador Capitán Jerónimo de Aliaga cabeza de la familia del Perú, Chile y Argentina, se encuentra en su mansión solariega de Lima.
Réplica de ella, con empuñadura de oro y piedras preciosas, existe en el British Musseum de Londres, que ostenta en la hoja el lema familiar "Aliaga el Caballero en Ambos Mundos Guerrero".
El esplendor alcanzado por esta familia en el Perú fué sin paralelos. Sus propiedades territoriales, rústicas y urbanas, se extendieron de tal suerte que es tradición, firmemente repetida sin que se haya logrado obtener documento comprobatorio, que el Monarca Español prohibió a los Aliaga l aadquisición y vinculación de mayor número de bienes en Perú. Sus derechos se han alegado hasta sobre parte de la propiedad en donde se asienta el Palacio de Gobierno y hemos tenido a la vista expediente judicial comprobatorio.
En la vía de ilustración y como indicio del nivel estñetico y cultural de Lima y de la opulencia de la Casa de Aliaga extractamos de la obra "Sobre Bellas Artes" del eminente crítico de arte peruano, D. Emilio Gutierrez de Quintanilla la relación de los cuadros pertenecientes al Mayorazgo Aliaga:
En la misma Iglesia se conserva aún una placa de plata con inscripciones epigráficas indicativas del dominio y asientos de honor reservados para la descendencia del Conquistador Aliaga. La placa se encuentra debajo del púlpito.
La espada del Conquistador Capitán Jerónimo de Aliaga cabeza de la familia del Perú, Chile y Argentina, se encuentra en su mansión solariega de Lima.
Réplica de ella, con empuñadura de oro y piedras preciosas, existe en el British Musseum de Londres, que ostenta en la hoja el lema familiar "Aliaga el Caballero en Ambos Mundos Guerrero".
El esplendor alcanzado por esta familia en el Perú fué sin paralelos. Sus propiedades territoriales, rústicas y urbanas, se extendieron de tal suerte que es tradición, firmemente repetida sin que se haya logrado obtener documento comprobatorio, que el Monarca Español prohibió a los Aliaga l aadquisición y vinculación de mayor número de bienes en Perú. Sus derechos se han alegado hasta sobre parte de la propiedad en donde se asienta el Palacio de Gobierno y hemos tenido a la vista expediente judicial comprobatorio.
En la vía de ilustración y como indicio del nivel estñetico y cultural de Lima y de la opulencia de la Casa de Aliaga extractamos de la obra "Sobre Bellas Artes" del eminente crítico de arte peruano, D. Emilio Gutierrez de Quintanilla la relación de los cuadros pertenecientes al Mayorazgo Aliaga:
- "San Jerónimo en el Desierto" óleo de Juan de Juanes; - "Flores y Frutas" óleo de J. Van Huysum; - " Virgen" de Francisco Zubarán; - "La coronación de la Virgen" de Guido Reni; - "La Institución del rosario" de Carlos Maratti; - "San Juan Bautista" de Murillo; - "Un angel" de Correggio; - "David y Goliath" de Tintoretto"; - "Paisaje Montuoso" de Juan Both; - "San Jerónimo en traje de Cardenal" de Tintoretto y - "San Simón" de la escuela romana.
Esta nomenclatura es bastante explícita de que el poder de los Aliaga se ejercía en obras estéticas y culturales. Hueyas de su apoyo económico quedan en innumerables obras piadosas y cristianas como son fundaciones de Conventos, construcciones de Iglesias, casas de ejercicios espirituales y otras obras de bien social.
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